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Escribir con base en la experiencia: Ver la muerte de frente


Poseo una tendencia quizá innata para procrastinar. Tareas simples y cortas, a veces las convierto en asuntos que retraso hasta el último minuto para ser realizadas. Empiezo y me siento a hacer un trabajo, un escrito, y empiezo a ver vídeos, redes sociales y elementos que van retrasando más y más mi tarea y mi quehacer académico.

Esta semana para naturaleza de las áreas, se nos ha pedido que escribiéramos con base en nuestras experiencias o un tema libre del cual quisiéramos escribir. Procrastinar me ha dado  la fórmula de lo que quería escribir sin haberlo adivinado, y sin haber sabido que quizá no hubiese podido escribir esta entrada, o quizá ninguna otra.

La tarde del sábado 24 de febrero de 2018 he sufrido un accidente de tránsito bajando de la vía las palmas, y debo decir, soy afortunado de estar escribiendo esta nota, gracias a que la prudencia, la pericia y la distancia que llevaba el conductor que iba detrás del vehículo en el que yo iba, me ha salvado de sufrir una experiencia peor, o de quizá no estar contando lo que viví. 

Varios factores confluyeron en lo que llevó al accidente. Lluvia, curva cerrada, y aceite en la vía. Luego del fuerte golpe que me lanzó contra la silla del pasajero y en la que me aporree un hombro, la nuca por el latigazo y la pierna izquierda, instintivamente bajé en medio de la lluvia a ver que había sucedido. Hoy me sigo preguntando por qué hice eso a sabiendas de que eso no hubiese cambiado quizá absolutamente nada de lo que pasó. Al bajarme vi con sorpresa que el auto que iba detrás de nosotros frenó en seco y quedó atravesado en la vía esquivando el golpearnos por detrás. Por el susto no había sentido el golpe pero pasados unos minutos me di cuenta que tenía una herida menor en la pierna izquierda, que aunque no es nada del otro mundo, es un poco dolorosa.

Afortunadamente, gracias a un separador y a la prudencia de quien iba manejando, no fue un accidente que se fue a mayores, ni tuvo graves consecuencias, solamente un auto abollado,  y un susto fuerte.

Esta experiencia me hizo reflexionar sobre muchas cosas. A veces nos despedimos de nuestras familias antes de salir de casa, de una forma muy normal y coloquial, sin saber siquiera si vamos a volver a casa. A veces andamos muy confiados por la vida, tranquilos y sin pensar en que la muerte puede estar acechándonos en la esquina. A veces dejamos para después el decir un te quiero, el realizar una actividad o cumplir un deseo, sin saber siquiera si vamos a despertar al otro día, sin saber siquiera si vamos a volver a casa, sin saber siquiera si podremos cumplir eso que dejamos para después.

Comentarios

  1. Muy interesante la analogía y relación que haces entre el mal hábito de procrastinar y tu experiencia, tu reflexión claramente invita a pensar en el tiempo que le dedicamos a las cosas y la temporalidad que les damos. En mi opinion es muy buen escrito ortográficamente hablando y en la forma en la que desarrollas la idea. Espero y te encuentres mejor.

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